Fototerapia UV para Micosis Fungoide

El objetivo de la terapia UV para micosis Fungoide es disminuir los síntomas de los pacientes y los aspectos cosméticos.

La foto quimioterapia UVB de banda estrecha se indica en las fases iniciales de la enfermedad de micosis Fungoide cuando el resultado de biopsia es sugestivo o sospechoso (fase en la que el diagnóstico histológico es solo de compatibilidad, no definitivo).

La foto quimioterapia con PUVA. UVA + Psoraleno.  Es el tratamiento de elección  en el caso de diagnósticos confirmados en estadio de placa, sin linfadenopatías ni células T circulantes anormales, el tratamiento de elección es igualmente en el caso de la presentación sea de placas extensas con múltiples tumores o linfadenopatías o células T circulantes, se describe que la “mejor combinación actual” es la terapia con haz de electrones asociada con quimioterapia.

El tratamiento con Fototerapia (PUVA, UVB) para estadios precoces IA y IB, es de elección, actúa causando apoptosis de las células tumorales y disminución de las células de Langerhans, interferón alfa y gamma que induce la citotoxicidad mediada por células e inhibe la producción de citocinas TH2 por las células tumorales, también se emplea la quimioterapia por agentes citotóxicos y ciertos biológicos como citocinas y anticuerpos monoclonales…
En cuanto al tratamiento del prurito se ha demostrado que la gabapentina y mirtazapina llegan aliviar el síntoma

Tratamiento para Micosis Fungoide

Todos los pacientes con diagnóstico o sospecha de MF deben ser referidos a un especialista en dermatología, para confirmar el diagnóstico y brindar el tratamiento adecuado, según el estadio de la enfermedad, en el menor plazo posible.

En las etapas iniciales, donde las biopsias no llegan a ser concluyentes de que se trata de una MF, es necesario explicarle al paciente la importancia de continuar en control constante, para poder diagnosticar la enfermedad lo antes posible.

La adecuada elección de tratamiento se basa en la clasificación y estadio. Sin embargo, otras variables clínicas globales de pronóstico, tales como la afección folículo-céntrica o la transformación de células grandes también deben ser considerados. Existen otros factores en la selección del tratamiento como la agudeza o gravedad de los síntomas asociados (prurito, ulceración del tumor), datos sobre la eficacia (tasa de respuesta), comorbilidades y datos de toxicidades relacionadas con el tratamiento y la accesibilidad o características de costo-beneficio de los tratamientos.

Los pacientes que se encuentran en estadio I (de placa) que son la mayoría tienen un buen pronóstico, requieren tratamiento tópico y la mayoría de las veces nunca van a necesitar un sistémico. Pacientes en estadio T3 (tumor) pueden requerir una combinación de ambos tratamientos o solamente el sistémico dependiendo de la severidad y otros factores pronósticos. Cuando se encuentran en eritrodermia (T4) puede ser sensible a la mayoría de terapias tópicas y en ésta los esteroides deben utilizarse con precaución. Otra indicación de la terapia sistémica es pacientes que tienen afección en sangre.
El tratamiento de los linfomas cutáneos puede dividirse en dos categorías: cutáneo o tópico y sistémico. El tópico: incluye: cuidados generales de la piel, UVBNB, PUVA, quimioterapia tópica, inmunomoduladores tópicos (corticoides, bexaroteno, tacrolimus) y radioterapia.

El tratamiento sistémico comprende quimioterapia y otros agentes citotóxicos, fotoféresis, interferón, retinoides, y modificadores de la respuesta biológica…
De los tópicos se cuenta con esteroides, mostaza nitrogenada, retinoides, imiquimod, bexaroteno y baño de electrones todos ellos con un mecanismo de acción enfocado en la apoptosis de las células tumorales a excepción del imiquimod el cual es un agonista del TLR-7, disparador de la respuesta de inmunidad innata y adaptativa y antitumor.

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