La dermatitis por contacto es una reacción inflamatoria de la piel, puede ser aguda (inflamación menor a 6 semanas), o crónica (inflamación mayor a 6 semanas). La dermatitis por contacto puede ser de tipo alérgico o irritativo, dependiendo de el origen de la misma, la sustancia que la este desencadenado y la respuesta que se esté generando. El diagnostico presuntivo puede ser establecido en la consulta por el dermatólogo, para esto es necesario realizar una historia clínica adecuada y detallada, se puede afirmar que el dermatólogo debe ejercer una labor de detective.
En la dermatitis por contacto, la piel afectada se puede encontrar irritada, enrojecida e inflamada. Durante la fase aguda es frecuente encontrar además de lo anterior la presencia de vesículas y un exudado que le da la apariencia de “piel llorosa”; cuando el estímulo inflamatorio no se resuelve y persiste el proceso más allá de 6 semanas, pueden aparecer otros síntomas como rascado, liquenificación (engrosamiento de la piel) y cambios en la pigmentación (manchas claras u oscuras).