La dermatitis atópica (DA), es una enfermedad crónica e inflamatoria de la piel que se presenta de forma común durante. La dermatitis atópica inicia entre los 3 y 6 meses de edad en la infancia o adolescencia, pero puede extenderse hasta la edad. La mayoría de los pacientes tiene resolución de los síntomas en la adolescencia, pero un 10 a 30 % pueden persistir con síntomas hasta la adultez.
En muchos casos se ha considerado como una manifestación de un síndrome alérgico, ya que algunos pacientes con Dermatitis atópica tienen otras alteraciones como son asma, rinitis y alergias alimentaria.
El origen de la dermatitis atópica es muy complejo, en el intervienen factores genéticos, es decir existe una tendencia hereditaria a tener este tipo de piel y generalmente los casos
familiares; factores inmunológicos, en este punto se ha mencionado que los pacientes tienen aumento de la inmunoglobulina E (1gE) y esto está asociado a otras alteraciones como asma y rinitis; y factores ambientales, en el pasado se decía que este padecimiento era de los limpios*, es decir aquellos bebes o niños que tuvieron menos exposición ambiental a alérgenos, irritantes o en general al medio ambiente.
Finalmente, todas estas alteraciones generan una disfunción de la piel como barrera natural, generando alteraciones y manifestaciones entre las que se incluyen el enrojecimiento o eritema, inflamación o edema, piel extremadamente seca o xerosis, comezón, posterior al rascado, erosiones y excoriaciones y cuando el proceso se vuelve crónico o no se controla liquenificación o engrosamiento de la piel.
Recuerde que el síntoma que predomina en la dermatitis atópica es la comezón y la característica es una piel seca e inflamada (áreas rojas, edematizadas y en algunos sitios erosionada). La falta de un control adecuado y tratameinto de la dermatitis atópica puede dar paso a complicaciones como manchas en piel, infecciones locales, cicatrices en los lugares de rascado y traumatismo, engrosamiento de la piel en el área afectada.
El tratamiento adecuado lo debe realizar un médico especialista en el tema, con el manejo adecuado los pacientes pueden tener una vida completamente normal, sin riesgo de complicaciones; el manejo puede ir desde el uso de un jabon emoliente y cremas especiales, hasta el uiso de medicamentos tópicos o la necesidad de fototerapia según la severidad del cuadro y tipo de paciente al que nos enfrentemos.
En la Clínica Dermatológica Isela Méndez, el cuidado de tu piel es nuestra prioridad, porque la belleza va de adentro hacia afuera.