El paciente debe estar consciente que es una situación que no se cura solo se controla. Pero el buen control puede llevar a esta enfermedad no se note en lo absoluto. El punto clave es evitar los factores que exacerban la enfermedad (anteriormente mencionados) y tratar las distintas lesiones que aparecen (manchas rojas, telangiectasias “arañitas”, pústulas y pápulas (granitos).
La rosacea o acné rosacea es una enfermedad con enrojecimiento e inflamación crónica de la piel principalmente del rostro, con periodos de mejoría y empeoramiento llegando a convertirse en brotes similares al acné, Su causa desconocida, tiene predisposición en adolescentes y adultos jóvenes. Comienza con enrojecimiento en forma de rubor, que se caracteriza por pequeñas venitas, piel grasa, poros abiertos y algunos granitos, en la piel del rostro.
En casos severos la nariz, la frente y/o el mentón se llegan a inflamar y deformar causando disminución de la autoestima en el paciente. Si no se trata de forma oportuna y adecuada con un dermatólogo certificado se puede complicar y ocasionar una desfiguración facial y tener incluso alteraciones en los ojos. Para ellos contamos con múltiples opciones y el dermatólogo determinará cuál es la ideal en cada caso.
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